Las emociones no son positivas ni negativas, no son ni buenas ni malas, aunque algunas veces nos provoquen sensaciones desagradables o no nos gusten, la recomendación de que debemos evitar sentir las emociones que algunos llaman “negativas” nos empequeñece, nos priva de una información importante y necesaria.

Las emociones cumplen funciones adaptativas, sociales y motivacionales. Nos movilizan para ejecutar una acción: reír, llorar, defendernos, escapar, acariciar, etc. Así nos informan de nuestro mundo interno y también del mundo exterior, lo que nos permite conocernos mejor, darnos cuenta de nuestras actitudes, satisfacer nuestras necesidades, dirigir gran parte de nuestras conductas, tomar decisiones adecuadas y relacionarnos mejor.