Somos lo que pensamos que somos
Uno de los problemas de las personas que padecen timidez es la dificultad para relacionarse, en especial con la gente a la que admiran. Tienden a no participar en la mayoría de conversaciones porque creen que sus aportaciones no son suficientemente valiosas, que los demás pensarán que son tonterías y que van a hacer el ridículo. Esta fue una de mis creencias durante mucho tiempo y me limitó tanto a nivel personal como profesional.
En el fondo ello tiene que ver con una imagen deformada de nosotros mismos en la que siempre salimos perdiendo. Pero es posible modificar esa imagen, el cambio está garantizado, yo he podido y también otras muchas personas que han trabajado con mi método.
Una de las claves fundamentales para superar la timidez tiene que ver con desterrar las creencias negativas.
Hoy vamos a trabajar con uno de los ejercicios que propongo en mi libro Cómo superar tu timidez para que al menos una de esas creencias deje de tener influencia sobre ti. Yo la llamo la Técnica del Antídoto, y consiste en sustituir un pensamiento frustrante por otro que nos haga avanzar en la dirección que queremos. En este caso la creencia que vamos a eliminar es: No tengo nada interesante que decir. Para que esta idea desaparezca la trabajaremos con un antídoto, con la frase: Mis aportaciones son valiosas.
Para que no te encierres y la timidez no te impida salir de ti ni relacionarte con el mundo.
La Técnica del Antídoto:
Ponte de pie y apoya bien los pies en el suelo, si lo haces descalzo será mucho mejor. Observa tu respiración e imagina que el aire al salir desciende por tu cuerpo hacia los pies, y que junto a él baja por completo el peso de tu cuerpo. Siente que con cada espiración te vas relajando más.
Cuando notes que te has aflojado pronuncia en voz alta la frase antídoto: Mis aportaciones son valiosas. Luego inspira despacio, repitiéndola en tu mente e imaginando que esas palabras, al igual que el oxígeno, llegan a todas tus células. Y vuelve a empezar: Repite la frase en voz alta y respira imaginando que llega a todas tus células. Sigue repitiendo esto una y otra vez. De vez en cuando para unos segundos y observa tus sensaciones, identifica cualquier cosa que sientas y llame tu atención. Permanece haciendo este ejercicio unos siete minutos. No fuerces la respiración, solo síguela, a su ritmo, centra tu atención sobre todo en las sensaciones que vas teniendo.
Al principio de realizar esta práctica te costará creer en lo que dices. A veces, la mente está tan acostumbrada a pensar negativo que se resiste a aceptar los antídotos y los rechaza. Si ello te ocurre no prestes atención a tu incredulidad. Sigue adelante, persiste. Realiza la práctica cada día, no abandones. Poco a poco lo irás aceptando, comenzarás a creer en ello y hará su efecto, porque esta herramienta tan simple guarda un poder increíble, te asombrará la rapidez con la que consigues resultados, en pocas semanas te sentirás diferente.
Como comprobarás es un ejercicio muy fácil de hacer, que además no necesita demasiado tiempo, por lo que podrás realizarlo al menos una vez al día, si puedes hacerlo dos o tres veces diariamente será mucho mejor porque notarás el avance de modo más rápido.
Si quieres seguir trabajando en esta línea y conocer otras muchas técnicas que te ayudarán a superar tu timidez, puedes descargar mi libro en la página de Amazon:
https://www.amazon.es/CÓMO-SUPERAR-TIMIDEZ-seguridad-autoestima-ebook/dp/B077BS88YF